Tumores vegetales

Pese a que no soy ninguna experta, me encanta salir al campo y encontrarme especies que no haya visto nunca o volver a ver aquellas que pudieron llamar mi atención con anterioridad.

Así que voy a compartir parte de estos conocimientos comenzando a hablar de las agallas que aparecen en algunas especies vegetales, y poniendo como ejemplo las que produce en el rosal silvestre el pequeño himenóptero cinípido Diplolepis mayri (si no me equivoco), que bajo mi punto de vista albergan gran belleza.

ImageLas agallas que encontramos en algunos vegetales no son más que un mecanismo de defensa ante el ataque de un agente externo, de manera que la especie vegetal atacada crea un tejido extra que le sirve para aislar a su atacante, y éste a su vez se beneficia de este aislamiento al quedar protegido dentro del tejido anómalamente formado.

No solo los cinípidos hacen formar agallas o tumores a las plantas, otros tipos de insectos, hongos o virus son capaces de motivar esta respuesta.

Las especies del género Quercus, tan abundantes en la Península en general y en Castilla La Mancha en particular, son especialmente sensibles a la formación de estos tumores, pudiendo aparecer tanto en hojas como en ramas y brotes. Por ejemplo los que aparecen en las hojas y que son causadas por un díptero de la familia Cecidomyiidae (FUENTE: vínculo al pinchar en la imagen).

ImagePero más curiosa ha sido la asociación de las agallas que se forman en las ramas de los Quercus como un tipo de fruto de los mismo, cuando el único fruto producido por estas especies es la bellota (conocida de sobra por todos).

Espero haber despertado en alguien la curiosidad por este tipo de estructuras y pueda reconocerlas al salir al campo y buscar su posible origen e identificación.

Esta entrada fue publicada en Botánica, Entomología, Lugares y etiquetada , , , , , . Guarda el enlace permanente.

Deja un comentario