Serranía de Cuenca, un trozo de paraíso en Castilla La Mancha

Comenzar agosto en plena Mancha, después de otra noche sin dormir por el calor, hace que tu mente se traslade casi sin querer hasta lugares algo más frescos para intentar paliar con la imaginación (si no hay al alcance otro medio claro) los efectos de este asfixiante calor.

Así ha venido a mi cabeza el recuerdo del viaje que tuve oportunidad de realizar gracias a la Universidad a la Serranía Alta de Cuenca. Cuenca es una provincia cuya orografía y características han hecho que existan en ella lugares maravillosos con una flora y vegetación muy especiales y abundantes que recomiendo ampliamente.

Nos alojamos en el municipio de Tragacete en el Albergue de San Blas, en el que recibimos un trato inmejorable y desde el cual pueden dar consejo acerca de las rutas que se pueden hacer. Nosotros estuvimos allí en el mes de mayo, cuando es aún invierno en la Serranía y tuvimos que soportar más de una nevada en alguna de las rutas sin poder disfrutar de parte de la fauna que tiene su actividad principalmente en meses algo más cálidos. En concreto merece la pena visitar este lugar algo más tarde (y es por ello que tengo un viaje pendiente) por ver a la mariposa Graellsia isabelae (satúrnido, familia a la que pertenecen mariposas de las más grandes y espectaculares del mundo, y además endémico de España, es decir, no se encuentra de manera natural en ninguna otra parte del mundo) la cual vive en los pinares de Pinus sylvestris que podemos encontrar en numerosos lugares de la Serranía y de los que su larva se alimenta. Por todo ello es una especie que merece la pena observar y proteger por sus especiales características y su singular belleza.

Realizamos varias visitas, entre otras, al nacimiento del Río Cuervo, Torcas de Lagunaseca, zonas de turbera cerca de Valdemeca, alrededores de Tragacete y todos aquellos lugares en los que merecía la pena hacer una parada, como un sabinar de sabina rastrera (Juniperus sabina) situado a 1.600 metros de altura sobre el nivel del mar.

En las turberas se puede encontrar flora muy particular, como algunos ejemplos de plantas carnívoras como las pertenecientes a los géneros Drosera y Pingüicola.

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Curilla o aceitera (Meloe majalis)

Estas son algunas de las fotos que pude tomar durante el viaje (sé que no soy muy buena como fotógrafa pero me gusta la fotografía :D) , espero que en unos meses pueda publicar las fotos correspondientes a la visita que realice en un mes algo más cálido en el que pueda disfrutar de la mariposa de España por excelencia: la mariposa isabelina.

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